Πολλὰ τὰ δεινὰ κοὐδὲν ἀνθρώπου δεινότερον πέλει [...] Καὶ φθέ γμα καὶ ἀνεμόεν φρόνημα καὶ ἀστυνόμους ὀργὰς ἐδιδάξατο [...] ἄπορος ἐπ᾿ οὐδὲν ἔρχεται τὸ μέλλον. Ἁιδα μόνον φεῦξιν οὐκ ἐπάξεται νόσων δ᾿ ἀμηχάνων φυγὰς ξυμπ έ φρασται . Σοφόν τι τὸ μηχανόεν τ έ χνας ὑπὲρ ἐ λπιδ ᾿ ἔ χων τοτὲ μὲν κακόν ἄλλοτ ᾿ ἐπ᾿ εσθλὸν ἕρπει [...] ἄπολις ὅτῳ τὸ μὴ καλὸν ξύνεστι τόλμας χάριν. μήτ᾿εμοὶ παρέστιος γένοιτο μήτ᾿ ἴσον φρονῶν ὃς τάδ᾿ ἔρδοι "Muchas cosas asombrosas hay y, con todo, ninguna más asombrosa que el hombre [...] Él se enseñó a sí mismo el lenguaje, el alado pensamiento, así como las civilizadas maneras de comportarse [...] Nada de lo por venir le encuentra falto de recursos. Sólo del Hades no tendrá escapatoria. De enfermedades que no tenía remedio ya ha discurrido posibles evasiones [...] Poseyendo una habilidad superior a lo que se puede imaginar, la destreza para ingeniar recursos, la encamina unas veces al mal, otras veces al bien [...] Desterrado sea aquel que, debido a su osadía, se entrega a lo que no está bien. ¡Que no llegue a sentarse junto a mi hogar ni participe de mis pensamientos el que haga esto!" (Sófocles. Antígona .Trad. Gredos)

febrero 11, 2021

Historia Contemporánea de Guatemala (Independencia, unión a México y la República Federal de Centroamérica) Jorge Luján Muñoz Capítulos V y VI


La Unión a México
Casi inmediatamente que se proclamó la independencia se produjo en la capital el realinamiento de los grupos políticos. El partido independentista es escindió; por un lado estuvieron los partidiarios de la independencia sin unión a México (Molina, Barrundia y Córdova) y, por el otro, "las familias", que se convirtieron en los dirigentes del esfuerzo anexionista. La Mayoría de los "moderados" del sector medio ilustrado, hasta hacía poco opuestos a la emancipación, y muchos españolistas de su facción, pasaron a constituir las filas "imperialistas", que con el apoyo del jefe político y de gobierno dominaron la situación.

Fueron escasos los españoles, todos funcionarios reales, que negaron a jurar independencia; incluso lo hizo el arzobispo Cassaus, el cual, en unión de la mayoría del alto clero, se había opuesto frontalmente a la emancipación, aún en la sesión del 15 de septiembre.

Los antianexionistas eran pocos y carecían de recursos económicos e influencia: su principal medio de acción fue el Genio de la Libertad (el anterior Editor Constitucional, cuyo nombre de cambió a partir del 27 de agosto de 1821), que se publicó hasta el 19 de noviembre. Su lucha más vigorosa se dio entre septiembre y noviembre, argumentando a favor de su sistema republicano federal que permitiera cierta autonomía provincial.

Desde un principio se inclinó la balanza a favor de la unión a México. Por un lado, tuvieron el apoyo de Gaínza y, por otro, contaban con mayoría en la Junta Provisional Consultiva y con el ayuntamiento de la capital. Los jefes de la oposición trataron de acudir a las sesiones públicas de la junta y presentar sus puntos de vista. Como tuvieron algún éxito, la junta determinó sesionar en forma reservada a partir del 29 de septiembre. La situación en las provincias favoreció la unión a México. Chiapas mantuvo su adhesión al Plan de Iguala, y Quetzaltenango se declaró a favor de la unión, desde noviembre de 1821. En ambos casos se aprecia que deseaban obtener alguna autonomía de las autoridades centrales establecidas en la ciudad de Guatemala, y pensaron que la unión al imperio se los garantizaría mediante un poder central mucho más alejado. En el resto de las provincias también hubo manifestaciones a favor de la anexión, pero sin relación unas con otras y por motivos diferentes.

Al irse recibiendo la noticia en las provincias sobre lo resuelto en la ciudad de Guatemala en la reunión del 15 de septiembre, se manifestaron diversas reacciones. Fuerzas que hasta ese momento se habían mantenido bajo control ahora se desbordaban y comenzaron a aflorar intereses, descontentos, odios, resentimientos, desconfianzas, rivalidades locales, ideas, etcétera.

En casi toda ciudad importante del reino existían sentimientos de recelo y odio de parte de los sectores económico-sociales dominantes, que se sentían explotados y tiranizados desde la capital. Para ellos, la nueva situación debía suponer una modificación que evitara la posición privilegiada de la ciudad de Guatemala. Por otra parte, no existía en cada provincia una ciudad dominante, sino dos o más, con rivalidades económicas, sociales y ideológicas. No fue extraño, pues, que cada una tratara de capitalizar la situación a su favor y tomar una postura diferente a la de su vecino rival. Además, unas ciudades (las capitales de provincia) estaban controladas por sectores reaccionarios. De ahí el enfrentamiento entre ciudades de una misma provincia: San Salvador y Santa Ana, Comayagua y Tegucigalpa, León y Gradana, Cártago y San José, Guatemala y Quetzaltenango.

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